
Hermosa película de felicidades necesitadas, de instantes en los que sin saber por qué algo nos eleva del suelo y recorremos ciudades por el aire por la emoción de la compañía exacta, de naufragios que pueden curarse por el azar del simple (o no tan simple) hecho de necesitarse. Ternura lúcida, sonrisa explicada, salvaciones que se hacen hojas de un libro, el vacío de un escritor que sólo vive para llenar las vidas ajenas y no la propia, la plenitud de una dependienta que conmueve hasta la felicidad (la suya, la que su trágica vida llena de ausencia no puede explicar y sin embargo existe), el Mar del Norte (que se muestra en la película tal y como yo lo visité hace años: gris, de color nube) y una salida del cine siendo un poco Odette, hablando de París, del Sena y de un regreso...
Un fragmento: http://www.youtube.com/watch?v=uEGp3G5O5Mg