martes, febrero 17, 2009

Dis, quand reviendras-tu?


CARTA A DOLORS

Me cuesta imaginarte ausente para siempre.
Tantos recuerdos de ti se me acumulan
que ni dejan espacio a la tristeza
y te vivo intensamente sin tenerte.
No quiero hablarte con melancólica voz,
tu muerte no me quema las entrañas,
no me angustia ni me alza el gozo de vivir.
Me duele saber que no podremos partirnos el pan
nunca más, ni hacernos compañía.
Pero de este dolor saco la fuerza
para recordarte y escribir estas palabras.
Más tenaz que nunca me esfuerzo en crecer
sabiendo que tú creces conmigo: proyectos,
ilusiones, deseos, cogen vuelo
por ti y contigo, por muy distantes que te sean;
y contigo y por ti sueño que los cumplo.
Te me haces presente en las pequeñas cosas
y es en ellas que te pienso y te evoco,
seguro como nunca de que la única esperanza
de sobrevivir es amar con la fuerza suficiente
para convertir en vida todo lo que hacemos
y aumentar la esperanza y la belleza.
Tú ya no estás y florecerán las rosas,
madurarán los trigos y el viento tal vez
desvelará secretas melodías.
Tú ya no estás y el tiempo ahora transcurre
entre el recuerdo de ti, que me acompaña,
y aquel esfuerzo, que bien conoces,
de resistir cuando nada nos es propicio.
Desde estas palabras muy tiernamente te pienso,
mientras declina la tarde suavemente.
Todos los colores proclaman vida nueva
y yo la vivo y en ti se me presenta
sorprendentemente vibrante y armoniosa.
No volverás nunca, pero perduras
en las cosas y en mí de tal manera
que me cuesta imaginarte ausente para siempre.



Miquel Martí i Pol (Del Llibre d'ausències. Trad. Marta López Vilar)



Imagen: "L'apparition", de Marc Chagall