sábado, mayo 15, 2010

Sin justicia ni descanso

Fotografía tomada en un campo de refugiados en la frontera francesa.


Fotografía de Agustí Centelles después del bombardeo de Lleida (1937)


Y todo esto sin justicia, enterrando la dignidad. Ayer nos dimos cuenta de que este dolor y esta memoria herida no tienen valor para la justicia española.
En España está prohibido y penado recordar.
Mi reconocimiento al juez Baltasar Garzón.


3 comentarios:

Anónimo dijo...

En estas ocasiones es importante huir de la retórica, María, por eso me limitaré, además de declararme de acuerdo contigo, a recordar la frase que alguien pronunció ayer: “Garzón es la última víctima del franquismo”. Pero no sólo lo es el juez, todos los españoles demócratas nos sentimos hoy en día víctimas de unos jueces cobardes —y tan traidores, como el partido que los alienta—, al espíritu de la democracia que todos aceptamos al votar en 1978 una Constitución que debía poner fin a la sangrienta dictadura de aquel general felón.
Y como poeta, sólo puedo aportar este inédito que se refiere precisamente a nuestros cientos de miles de compatriotas desaparecidos en nombre de Caín.



El poeta se lamenta de las cosas enterradas


Hoy te altera la brusca Tramontana
que dejó anunciada su visita
en los ojos de tu infancia
solitaria. Como presagio que advierte
la inminencia insaciable
de la sombra, dispara nubes
y levanta torbellinos de raíces
hundidas en tu frente. Aúlla violenta
en las esquinas de los muertos
violados antaño por el odio,
mientras Antígona cubre con piedad
fraterna el secreto encalado
de las fosas. Pedregal de antiguas
voces que hoy reclaman
un himno a la memoria, por negarse
a olvidar una traición.
Mas donde el mal habita,
jamás podrá nacer lo que nos salve.

Miguel Veyrat

maría nefeli dijo...

Muchas gracias, Miguel.
Tus palabras y tu poema son justos. Me alegra que los compartas en este espacio que ha intentado dignificar la memoria: la mía -a pesar de haber nacido después antes de ese diciembre del 1978- y la de todos los demócratas. Ahora mismo la palabra que nos define es: "intemperie".
Este país empieza a reflejarse en los espejos del esperpento...

Graça Pires dijo...

Confesso que fiquei indignada com o que se passou com o juíz Baltasar Garzón. Pensei que já não iríamos assistir mais a coisas destas. Proibir alguém de denunciar os crimes do franquismo não os vai apagar da História nem vai aliviar a legítima indignação de quem sofreu com eles.
Junto o meu protesto ao teu e a todos os que democraticamente se consideram traídos.
Um grande beijo.