LAS PALABRAS PROHIBIDAS
Los barcos existen y existe tu rostro
Apoyado en el rostro de los barcos.
Sin ningún destino flotan por las ciudades,
Parten por el viento, regresan por los ríos.
En la arena blanca, donde comienza el tiempo,
Un niño pasa de espaldas al mar.
Anochece. No hay duda, anochece.
Es necesario partir, es necesario quedarse.
Los hospitales se cubren de ceniza.
Olas de sombra se rompen en las esquinas.
Te amo…Y entra por la ventana
La primera luz de las colinas.
Las palabras que te envío están prohibidas,
Mi amor, hasta por el halo de las mieses;
Si alguna regresara, ya ni reconocería
Tu nombre en mis curvas claras.
Me duele este agua, este aire que se respira,
Me duele esta soledad de piedra oscura,
Y estas manos nocturnas donde estrecho
Mis días quebrados por la cintura.
Y la noche crece apasionadamente.
En sus márgenes desnudos, desolados,
Cada hombre sólo tiene para dar
Un horizonte de ciudades bombardeadas.
Los barcos existen y existe tu rostro
Apoyado en el rostro de los barcos.
Sin ningún destino flotan por las ciudades,
Parten por el viento, regresan por los ríos.
En la arena blanca, donde comienza el tiempo,
Un niño pasa de espaldas al mar.
Anochece. No hay duda, anochece.
Es necesario partir, es necesario quedarse.
Los hospitales se cubren de ceniza.
Olas de sombra se rompen en las esquinas.
Te amo…Y entra por la ventana
La primera luz de las colinas.
Las palabras que te envío están prohibidas,
Mi amor, hasta por el halo de las mieses;
Si alguna regresara, ya ni reconocería
Tu nombre en mis curvas claras.
Me duele este agua, este aire que se respira,
Me duele esta soledad de piedra oscura,
Y estas manos nocturnas donde estrecho
Mis días quebrados por la cintura.
Y la noche crece apasionadamente.
En sus márgenes desnudos, desolados,
Cada hombre sólo tiene para dar
Un horizonte de ciudades bombardeadas.
Eugénio de Andrade (As palavras proibidas).
Trad. de Marta López Vilar
Imagen: "Banco vazio no Atlântico, desde o litoral da Ericeira" (Portugal). 3-5-2008.
8 comentarios:
Me alegra saber que Ericeira sigue donde la dejé.
Besos
Es hermoso lo que dices y cómo lo dices.
Gracias por ello.
"soledad de piedra oscura"
muy bella!
un beso
¡Qué hermosas la fotografía y la traducción!
Un beso.
no deberían existir palabras prohíbidas junto al mar... aunque eugenio de andrade las haga tan bellas...
un abrazo!
Gracias por tu visita y tus palabras.
Un surpresa encontrar a Eugénio y Sophia en tu blog...
Yo todas las semanas viajo por el "mundo encantado" de Eugénio de Andrade, a Serra do Marão!
Saludos!
Quién pudiera sentarse ahora en ese banco a escuchar las palabras prohibidas que traerán las olas...
Conmovedor poema de Andrade. ha sido un gusto enorme leerlo en tu espacio que hoy descubro.
Saludos...
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