lunes, marzo 01, 2010

Llave de ignición


Comulgo un fuego inmenso esta noche.
sin voz. sin tiempo.
devoro esta salada carne
por el soplo que arrulla el mar
y las montañas.
abro estas alas. bebo sin cesar
el néctar y el corazón. ninguna sombra
nos protege. el sol y el agua queman
la superficie de este cuerpo
en que la negra flor
traslada de raíz el aroma de esta luz
que pocos ven.

dibujo en el poema los rincones
de esa casa que habitamos.
abro la puerta cuando menos espero.
entro con la sed de quien vio esa noche
el fuego devorando el sol y el alma.
muero y resucito.
como quien visita un santuario.
el árbol establece el eje y el camino.
pero todo el itinerario te pertenece
en ese cuerpo sin vida
porque otra vida recupera:
madera eterna que nunca encontraré.

cuerpo y sangre
transcriben otra imagen.
viento y sombra de viento. la modulación del
vientre entre los dedos, sobre la lengua.
gloria y desesperación.
la saudade cava esa sepultura
donde encontraremos, más tarde,
el eréctil vaso que un día allí depositamos.
discreta, va cavando a nuestro alrededor
una fosa donde vamos protegiendo
la vida entera.

sobre el bosque elevaron durante la noche
esa roca que
un día vino a nuestro encuentro.
recibes en tu pecho esa luz.
dibujas conmigo el espíritu
que despierta otras voces
que nunca sabremos descifrar.

elevas ese grito como ala.
comulgas esta noche un fuego inmenso.
sin voz. sin sangre. sin cuerpo.
resguardas conmigo
la sombra, la saliva, la serpiente.
escribe el frío, una nube
alcanzando la colina.

ninguna sombra nos protege.
dibujo los rincones de ese cuerpo
engullido por el mar.
los cimientos guardan fragmentos
de otro viaje. fragmentos de tiempo:
sangre seca que el tiempo no quiso borrar.

la carne conserva esa voz. esa sangre.
un cuerpo nace. un cuerpo nace

para que yo pueda morir.


Ruy Ventura (Chave de ignição. Editora Labirinto)
Trad: Marta López Vilar


Imagen: Detalle de luz en la iglesia de Santa María del Mar, Barcelona. Diciembre de 2008.


3 comentarios:

Teresa Lobato dijo...

Belíssimo poema de quem sabe como se trabalham as letras da alma, ou a alma das letras.
Óptima tradução, parabéns.

Abraço
Teresa

Graça Pires dijo...

Um fogo sem tempo, sem voz, mas com as palavras incendiadas...
Um beijo, Marta.

Ruy Ventura dijo...

Obrigado!