domingo, noviembre 19, 2006

Día 2


Día 2:

Llegamos a las calles de la vida, paseamos hasta extenuarnos de ternura. Éramos eso: la luz en cada baldosa, el calor del abrazo, la belleza contemplada y generosa que se volvía nuestra mirada. Atenas es lo que éramos nosotros: la tristeza olvidada, la voz que se perdió ante la muerte. Después de un año atroz (recordamos y sentimos sin parar a Gil de Biedma) llegamos a la ciudad con el mismo llanto que se tiene ante la luz.
Atenas guardó con cuidado todo lo que le di y era mío...ella pudo nombrar lo que yo ya no podía.


Imagen: Ágora ateniense (agosto de 2006)

1 comentario:

José Ángel García Caballero dijo...

es bella y accesible la nueva imagen del blog, muy contundente y muy triste es ese texto...
un beso