jueves, abril 07, 2011

Cortina de vacío

Esto es lo que él no podía ver:
el sendero hasta el mar, restos verticales de roca
hecha añicos por la fuerza de la dinamita.
Así estaba él. Demolido.

Sin embargo la mente de ella palpitaba
con su presencia silenciosa. ¿Cómo se puede vivir
con tanta tristeza? La mano de él sobre su hombro
para decirle, tu afán

por la precisión sólo te traerá problemas.
Tu sentido de la carencia, también.
Soñaba que estaba vivo y enfermo.
Como la Pietà. Soñaba con él

a cualquier edad. Diez años o menos. Catorce y más alto.
Un tictac adelante y atrás como el mar
rompe contra la húmeda roca negra
de la claridad y la circunstancia.

Mary Jo Bang, del libro Elegía (ed. Bartleby, traducción de Jaime Priede)


Suena: And they have scaped the weight of darkness (pulsar sobre el título para escuchar)

Imagen: Acuarela de Emil Nolde

10 comentarios:

José Ángel García Caballero dijo...

a mí me sigue sobrecogiendo, es imposible escribir esos poemas después de una carencia tan reciente, como si se hubiesen ido madurando bajo una visión fija de destino...
un beso

Graça Pires dijo...

Um poema triste, mas muito belo.
Um grande beijo.

Miguel Veyrat dijo...

De Mary Jo Bang poco puedo decir por ahora, salvo que la lectura de este bellísimo poema traído por María, me ha conmovido hasta los huesos y coincido con la opinión de Viernes; esa maduración se produce siempre bajo la piel de todo poeta verdadero hasta que llega el momento en que la atraviesa el poema. Pronto iniciaré la lectura del libro publicado por Bartleby, pues debo escribir una reseña. Quizás llegue a tiempo de contar algo más. Sobre la demolición en el ser amado.

Me ha sorprendido Viernes con su identidad exhibida como luminoso espejo de Hopper; precisamente es esa imagen la que aparece como fondo de pantalla cuando abro mi teléfono portátil. Como prenda de poeta a poeta, quiero dejarle el único Haiku que he escrito y publicado en mi vida. Inspirado precisamente en la obra de ese pintor atravesado de caminos que siempre nos invitan a seguir:

QUIERO sólo ser
la luz del sol pintada
sobre una pared.

maría nefeli dijo...

Viernes,
llevas toda la razón. Después de algo así sólo queda el silencio. Este poemario no es más que eso que acontece después de un silencio tan terrible...
un beso

maría nefeli dijo...

Querida Graça,
a tristeza deste poema e deste livro é uma maneira de sobreviver à dor...
um beijo muito grande

maría nefeli dijo...

Querido Miguel,
me alegra que os hayáis encontrado en este lugar Viernes y tú. Ambos decís cosas certeras: el dolor maduró en la piel para hacerse palabra. Es la única manera para hacer una presencia de aquello que se ha ido, aunque todo se convierta en una figura de vacío.
Un beso fuerte,
m

Marcelo Perez de Adelina dijo...

Me gusta tu blog. Bellos poemas.

maría nefeli dijo...

Leandro,
muchas gracias por llegar a este lugar al que eres bienvenido. Ha estado un tiempo en silencio, pero volvió.
Un saludo

maría nefeli dijo...

Loco de la Colina,
bienvenido a este lugar. Espero que siga siendo un lugar de encuentro con la poesía.
Un saludo

Teresa J. dijo...

Es la primera vez que entro en tu blog y he encontrado poemas bellisimos como èste.Tienes una nueva seguidora.Un abrazo.Teresa J.